Bajo la piel ardida resuenan odas gloriosas
infinitos violines encerrados en un cubo de marfil
Y una martir con voz de trueno
recita mis mil poesias al mundo
Calla o grita silencios
se disuelve y salva mis esperanzas
Un indio lee sus manos
y regala una postal de loco ensimismado
Dos peces de colores invisibles
repasan los actos de la obra hecha de llanto
Abren y cierran sus bocascomo tratando de comer mi oxigeno
y me regalan luces para el camino
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