Ojos perdidos en mi desorden hormonal.
Inframundo que broto d tu soledad.
Inmundicia de algo que parese acabar.
Despertares armoniosos de furioso placer,
sentires que despertaron desde ahí.
Poco por colorear, dolor que consolar.
Un sentir.
Deje que me dejaras sumergirme en tus montañas grises,
en tu sepio mundo melancólico.
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