de noche, te deslizás hacia
dentro , caés como del cielo
despacio, suave, blanca, sagrada
pluma de tus piernas, fruta sabrosa
motivo de la noche, oculta ya
dueña total de un jardín de cerezos
de día, extraña, distante, desconocida
mirando, riendo, hablando en sueños
pidiendo poco perdón y agradeciendo.
impasivo por saber lo real y lo alucinado
atento al momento en que se deja caer
al jardín profundo donde yace su cuerpo nocturno
No hay comentarios:
Publicar un comentario