6 may 2007

NADIE ES PERENNE

Oxidado recorro lo que fui.

Desarmado junto mis partes.

Ciego serpenteo por caminos,

inimaginablemente blancos,

inmaculados,

casi lugubres como rectos.

Alucinado a cada fruta encontrada,

sangrando con cada arpon que conlleva.

Mas fraternales que juiciosas,

y mas necesarias....

me desnudan relaciones del calibre de una bala.

Enredado en la maleza, sucumbo...

Y avanzo sin los pies inmoviles que ayer tenia.


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